¿Es bueno ponerse un piercing en la boca?

En varias ocasiones, algunos de mis pacientes me han preguntado las consecuencias que tendrían si se pusieran un piercing en la boca. Voy a tratar de explicarlas para que sabiéndolas cada uno tome su propia decisión.

El término “piercing” proviene del inglés “to pierce” que significa agujerear, perforar o atravesar. Esta práctica existe desde épocas ancestrales y se ha extendido hasta la actualidad.

Los piercings corporales son una forma de “body art” o arte de decorar el cuerpo como modo de expresión personal, pero no son inocuos. Presentan multitud de complicaciones sobre todo cuando se sitúan en la región oral.

La ADA (American Dental Association) nos advierte que perforarse la lengua, los labios, las mejillas o la úvula (“la campanilla”) puede causar daños durante su colocación, poco después o pasado un tiempo.

Las complicaciones más frecuentes son :

• Infección, dolor e hinchazón.La boca es un entorno húmedo, donde enormes cantidades de bacterias se reproducen siendo un lugar ideal para una infección.
• Traumas, fisuras y fracturas: Son las lesiones más frecuentes descritas por el uso de los piercings intraorales. El hábito de empujar y jugar con el pendiente contra los dientes o, simplemente, el hecho de tener un objeto extraño en la boca puede ocasionar: fracturas, fisuras, abrasiones o desprendimientos de espículas de esmalte, provocando sensibilidades a sustancias frías o dulces o al respirar, y la aparición de dolor al ejercer una presión en el diente afectado.
• Retracciones de la encía:los estudios indican que hay más recesión gingival (retracción en la encía) en una persona con piercing que sin él. Los colocados en la lengua provocaban la recesión en la cara interna de los incisivos anteroinferiores, junto con un aumento en la profundidad de las bolsas periodontales. Los piercings colocados en el labio inferior provocaron recesiones en la cara externa de los incisivos inferiores. El desarrollo de las recesiones en la cara vestibular (externa) de los incisivos inferiores, puede desarrollarse entre los 6 meses y los 2 años, tras la colocación del piercing.
• Hipersensibilidad a los metales.También es posible que se den reacciones alérgicas en la zona perforada.
• Daño en los nervios. Después de una perforación, puedes experimentar un acorchamiento de la lengua como consecuencia del daño en un nervio que suele ser temporal, que a veces puede ser permanente. El nervio lesionado puede afectar al sentido del gusto, o a la forma de mover la boca.
• Acúmulo de placa bacteriana y sarro:El piercing es una zona de retención de restos alimenticios, y de higiene más compleja.

[Tweet «El piercing provoca acumulación de placa y cálculo, por ello es un foco de bacterias que llegan a causar halitosis.»]

• Alteraciones del habla y la masticación:Con los piercings puede ser habitual, en lugares como la lengua, que haya una mayor dificultad al masticar, hablar y pronunciar, sobre todo letras como la s, sh, th, ph, t y v.
• Babear en exceso.Una lengua perforada puede aumentar la producción de saliva.

Si ya tienes un piercing:

• Te aconsejamos dedicar especial atención a los signos de infección: enrojecimiento, hinchazón, supuración, olor desagradable, sarpullido en el área perforada o alrededor de la zona y fiebre.
• Se recomienda la visita asidua al dentista ya que pueden provocar lesiones en dientes y encías.

Si estás pensando ponértelo:

• Infórmate sobre las posibles patologías.
• Infórmate sobre todas las medidas preventivas para evitar las posibles complicaciones que implican los piercings orales y periorales.
• Infórmate de las localizaciones donde hay mayor incidencia de complicaciones, los cuidados que hay que llevar a cabo, las condiciones de asepsia e instrumental estéril del lugar en el que se vaya a hacer.

¡Recuerda que tu salud es lo más importante!