Evita perder tu pieza dentaria poniéndote en manos del Dr. José Luis Rodríguez Garcelán.
La endodoncia también es conocida con el nombre de “matar el nervio”. Es un tratamiento necesario de realizar cuando en un diente tenemos una infección o una pulpitis irreversible (inflamación de la pulpa). Es la única manera que tenemos de intentar conseguir conservar el diente en boca. Hoy en día el porcentaje de éxito de una endodoncia bien realizada supera el 95%
El tratamiento consiste en eliminar toda la pulpa del diente y la raíz mediante una secuencia de limas motorizadas; eliminaremos el nervio así como todo el tejido infectado. Más tarde, limpiamos todo el conducto radicular del diente, y a posteriori, rellenamos esos conductos y sellamos todo con una reconstrucción o una Incrustación.
Una idea muy extendida entre los pacientes es que se trata de un tratamiento doloroso y sin embargo no es así; para su realización, se utiliza la misma cantidad de anestesia que para un empaste convencional. De hecho, la mayor parte de las veces en las que hay que hacer una endodoncia, es por un dolor muy acusado que trae el paciente, y este tratamiento lo que busca precisamente es solventar esta dolencia. Hoy, gracias a la anestesia local, podemos realizar la endodoncia sin dolor para el paciente.
En nuestra clínica dental en Sevilla, para la realización de este tratamiento, disponemos de los últimos avances en esta materia, usamos localizador de ápices (un dispositivo que nos permite medir con gran precisión la longitud de los conductos de las raíces, también usamos instrumentación rotatoria y sellado de los conductos con gutapercha caliente. Todo esto nos garantiza una limpieza minuciosa del conducto y un sellado sin fugas, con lo que disminuimos en gran medida el riesgo de reinfección por parte de las bacterias. Gracias a estos avances y a una formación especializada, hoy en nuestra clínica, disfrutamos de un porcentaje de éxito tan elevado.
Generalmente, este tratamiento se realiza en una o dos sesiones, dependiendo del tiempo que lleve el diente con la infección. Cuando realizamos la endodoncia en dos sesiones, dejamos un medicamento dentro de los conductos del diente durante 7-10 días que nos ayuda a descontaminar los conductos del diente; en la segunda sesión se procede a retirar ese medicamento y a sellar definitivamente los conductos.
La mayoría de las veces, debido a la caries de grandes dimensiones que afectó al diente, queda destruida mucha estructura dental, y al reconstruirlo éste queda muy frágil, con altas probabilidades de fracturarse al comer algo duro; en estos casos, será recomendable la colocación, encima del diente, de una incrustación de resina (onlay total de protección cuspídea) o una corona de metal porcelana.
Hay casos en que la destrucción del diente es tan grande, que la única opción que tenemos es la de extraer el diente y sustituirlo posteriormente por un implante con su corona, para restaurar la función masticatoria y estética.
Para saber si te han realizado una endodoncia correctamente no te pierdas el artículo redactado por el Dr. José Luís R. Garcelán, donde te explica los pasos en lo que se debe hacer una buena endodoncia y cuando está hecha correctamente.
En algunos casos, un diente endodonciado puede desarrollar nuevos problemas. Estos problemas podrían ocurrir incluso años después de la endodoncia.
¿Y por qué ocurre esto?
Normalmente, suele estar relacionados con una endodoncia incompleta, en la que hubo algún problema con la limpieza o sellado de los conductos. Y por otra parte también suele estar relacionado con la acción de algún odontólogo inexperto en esta materia, o que no dispone de una aparotología vital hoy en día si queremos ofrecer altos porcentajes de éxito.
Otros causas y que nada tienen que ver con una endodoncia defectuosa, podrían ser:
- una anatomía dental anormal (conductos excesivamente curvos o calcificados; existencia de conductos laterales, etc..) que complica seriamente el tratamiento.
- así como una infección contagio por la infección de algún diente aledaño. Afortunadamente, estos casos no son tan frecuentes.
La reendodoncia consiste en vaciar el conducto radicular del relleno de la primera endodoncia, desinfectar todo a conciencia y sellarlo de nuevo. Es un tratamiento mucho más complejo que la endodoncia y en el que el porcetaje de éxito disminuye considerablemente.
Con la reendodoncia intentamos otorgarle una segunda oportunidad para salvar un diente. La única alternativa a la reendodoncia, es la extracción del diente o la apicectomía.