Durante la menopausia, la salud dental de la mujer es más vulnerable debido al descenso en la producción de las hormonas (estrógenos y progesterona) que provocarán cambio en la mucosa bucal, las encías y el hueso que soporta los dientes.
En esta etapa, que suele comenzar entre los 45 y 52 años, se reducen los niveles de estrógenos (disminuyendo el efecto antiinflamatorio de esta hormona en la encía) y de progesterona (reduciéndose la densidad ósea y apareciendo la osteoporosis).
El déficit estrogénico produce alteraciones significativas en los tejidos de la boca, con una menor secreción y cambios en la composición bioquímica de la saliva.
A nivel oral, la consecuencia más habitual de esos cambios hormonales en la menopausia son la aparición de:
- Gingivitis descamativa, caracterizada por la separación de las capas externas de las encías, lo que propicia que se queden desprotegidas afectando a las terminaciones nerviosas que se encuentran en el tejido blando, una situación molesta y dolorosa. Si no es tratada, la gingivitis puede ocasionar un problema más grave de periodontitis que en ocasiones termina con la pérdida de dientes.
- Gingivoestomatitis posmenopáusica: encías brillantes y secas, sangrado fácil y color que varía entre pálido y rojizo.
- Xerostomía (sequedad bucal), malestar bucal, con sensación de quemazón o ardor y mal sabor.
- Caries radicular: la gingivitis y la sequedad bucal aumenta el riego de aparición de caries en la zona del diente más próxima a la raíz, al quedar desprotegida.
Existen estudios que encuentran una relación entre la periodontitis y la osteoporosis. Aunque parece que esto afectaría a mujeres con problemas previos de encías, que se agravarían durante la menopausia.
La osteoporosis, es una de las enfermedades metabólicas más prevalentes. Afecta al 35% de las españolas mayores de 50 años y estos porcentajes se elevan al 52% en mayores de 70 años. (Guía clínica de la Sociedad Española de Investigación Ósea y Metabolismo Mineral-SEIOMM). Esto justifica el uso de terapias de sustitución hormonal (combinación de estrógenos y progesterona). Si bien la osteoporosis podría ser un factor de riesgo para las enfermedades de las encías, parece que la terapia de sustitución hormonal puede ofrecer cierta protección frente a la pérdida dentaria y reducir el sangrado gingival.
Muchas mujeres con osteoporosis toman un grupo de medicamentos conocidos como bifosfonatos (inhibidor de los osteoclastos) que disminuyen la reabsorción ósea reduciendo el riesgo de fracturas patológicas. Este medicamento conlleva un riesgo evidente de una rara enfermedad conocida como «osteonecrosis de los maxilares».
Es importante avisar a tu dentista de su uso antes del tratamiento odontológico para tomar las medidas preventivas oportunas. Éste grupo de medicamentos es muy numeroso, os dejo algunos ejemplos de nombres comerciales con los que se presentan: Aredia®, Linoten®, Pamifos®, Zometa®, Aclasta®, Fosamax®, Adronat®, Fosavance®, Didronel®, Dfosfen®, Osteum®, Actonel®, Acrel®, Losentra®, Skelid®, Boniva®, Bonviva®, entre otros.
Como os he contado, la menopausia está directamente relacionada con la salud dental, por ello es fundamental mantener unos niveles bajos de placa bacteriana con una correcta higiene oral donde el cepillado diario de los dientes se complemente con el uso de hilo dental y enjuagues. Además, deben realizarse revisiones periódicas con el dentista de confianza para controlar los posibles cambios que puedan estar ocurriendo en tu boca y cuando sea necesario, hacer una profilaxis o limpieza dental profesional realizada en la consulta.
Así que, ¡No dejes que la menopausia te quite tu sonrisa!
Para cualquier duda que os surja sobre este tema, ya sabéis que me la podéis consultar por aquí y os contestaré lo antes posible.
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